Los tiempos de reemplazo varían según el tipo de lentes que uses. Algunos lentes desechables deben ser reemplazados diariamente, mientras que otros pueden durar semanas o incluso meses. Es importante seguir las recomendaciones de tu profesional de la salud visual para mantener la salud de tus ojos.

Si experimentas sequedad ocular mientras usas lentes de contacto, puedes intentar usar gotas lubricantes recomendadas por tu oftalmólogo. También es importante asegurarte de mantener tus lentes limpios y seguir las instrucciones de cuidado y uso proporcionadas por tu profesional de la salud visual.

No se recomienda nadar o ducharse con los lentes de contacto puestos, ya que el agua puede contener microorganismos que pueden causar infecciones oculares. Es mejor quitarse los lentes antes de entrar al agua y utilizar gafas de natación si es necesario.

Los lentes blandos son flexibles y se adaptan fácilmente a la forma del ojo, lo que los hace más cómodos para muchos usuarios. Por otro lado, los lentes rígidos permeables al gas permiten una mejor oxigenación del ojo y pueden ser más adecuados para ciertas condiciones oculares.

Una forma común de verificar si un lente de contacto está invertido es colocarlo sobre la punta de un dedo y observar si tiene una forma de «tazón» con los bordes ligeramente hacia arriba. Si el lente parece tener bordes planos, es probable que esté invertido y debe ser corregido antes de insertarlo en el ojo